Franz Joseph Haydn
(Rohrau, Austria 31 de marzo de 1732 - Viena, Austria 31 de mayo de 1809)
Fue el gran arquitecto del Clasicismo vienés o «primera escuela de Viena», conocido como el «padre de la sinfonía» y el «padre del cuarteto de cuerda». Estableció la forma de la sonata,
del cuarteto y de la sinfonía, consiguiendo su total equilibrio formal y armónico. Entre sus
contemporáneos se había llegado incluso a la convicción de que el compositor poseía un secreto
de naturaleza matemática que le garantizaba la perfección de su música; a quien le preguntaba
cuál era ese secreto, él respondía agudamente: «Busque, y encontrará».
Infancia
Joseph Haydn nació el 31 de marzo de 1732 en Rohrau (Austria), cerca de la frontera con Eslovaquia y Hungría. No lejos se hallaban
las propiedades de los príncipes Esterházy, que tendrían un papel decisivo en la vida del compositor.
Joseph, llamado en familia con el diminutivo de Sepperl, era de cuna modesta: el padre, Matthias, era fabricante y reparador de
carruajes en el latifundio del conde de Harrach, y la madre, Anna Maria Koller, había servido como cocinera en el castillo de los Harrach.
Del matrimonio nacieron doce hijos, de los cuales, además de Joseph, otros dos fueron músicos: Johann Michael (1737-1806) fue
compositor de fama en Salzburg, mientras que Johann Evangelist (1743-1805) fue un tenor de no grandes cualidades. La pasión por la
música provenía de Matthias, dotado de algún talento musical: además de tocar el arpa, poseía una bella voz, al igual que su mujer. Él y
Anna María a menudo cantaban acompañándose con el arpa, y el pequeño Sepperl escuchaba atentamente. Un día llegó a Rohrau el
director de la escuela de la vecina ciudad de hainburg, lejano pariente de los Haydn. El maestro Matthias y su mujer dieron el habitual
concierto, y Joseph, que tenía cinco años, estaba sentado junto a sus padres y se frotaba el brazo izquierdo con un bastoncito, como si
les acompañase con el violín. El maestro de escuela notó que el niño marcaba el tiempo con precisión; de esto intuyó un natural talento
para la música y sugirió a los padres que mandaran a su Sepperl a Hainburg para enseñorearse de un arte que, con el tiempo, le
ofrecería infaliblemente la posibilidad de convertirse en sacerdote.
Fue así como a los seis años el pequeño Joseph se trasladó a Hainburg, donde le fue impartida una instrucción primaria. En 1739,
Georg Reutter, compositor de la corte y director del coro en la catedral vienesa de San Esteban, vino a Hainburg en busca de voces
infantiles para su coro; le indicaron al pequeño Haydn, que fue en seguida mandado a llamar. Reutter estaba comiendo cerezas, y
Sepperl obtuvo un puñado de ellas como premio después de haber cantado en alemán y en italiano. Así, con poco más de ocho años,
Joseph ingresó en el coro de la Catedral de San Esteban.
La instrucción el la Schola Cantorum de la Catedral estaba volcada en modesta medida a las disciplinas acostumbradas (latín,
matemáticas, etc.) y, por lo que se refería a la música, exclusivamente orientada al canto. Sepperl se convirtió, por tanto, en un
autodidacta en el campo de la composición, y como tal se topó con dos pesados manuales, El perfecto maestro de capilla (1739),
de Johann Mattheson, y el Gradus ad Parnasum (1725), de Johann Joseph Fux.
Cuando su voz comenzó a cambiar, Haydn fue despedido del coro de San Esteban y sustituido por su hermano Michael. La
misma reina María Teresa presionó a Georg Reutter para que adoptase tal medida, «Joseph Haydn no canta, grazna». Durante
la actividad de Joseph en el coro, Reutter había pensado en convertirlo en un castrato, dada su excelencia en el canto;
afortunadamente fue consultado el padre, que juzgó inadmisible tal operación. Haydn dejó la Schola Cantorum en 1748, tenía
dieciséis años. Se cuenta que en 1741 participó como monaguillo en los funerales de Antonio Vivaldi
Sinfonía nº 101, en re mayor, Hob. 101, "El Reloj"
Orquesta Sinfónica de Galicia - Richard Egarr, director
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